El 14 de diciembre de 2017 se me entregó el premio al Joven del año de la Región de Murcia debido a mi implicación en mi localidad y, en general, con la sociedad.
La entrega se llevó a cabo en una gala a la que asistieron casi un centenar de personas. También se concedieron diversos premios como por ejemplo al emprendimiento social o al compromiso.
Además de las charlas motivacionales que he dado a lo largo de los años en mi municipio, también llevé a cabo el proyecto «Las Cartas de la sonrisa» con la colaboración de la biblioteca de San Javier, el Banco del tiempo de Santiago de la Ribera y AFEMAR. Todo esto, junto a mi implicación en la Fundación RafaPuede, mis voluntariados, mi impacto en redes sociales y, en general, por haberme convertido en alguien que inspira al resto de las personas, fueron motivos suficientes como para otorgarme aquel premio.
Nunca había recibido un premio por ser yo mismo, por hacer lo que hago a cada instante, por volver mi rutina y mis ideas en una fuente de inspiración para otros. Comprendí todo en el instante en el que recibí el premio y tuve a un centenar de personas frente a mí aplaudiéndome. Aquel día descubrí en lo que me había convertido para el mundo: un faro que proyecta un rayo de luz en una noche oscura.
