¿Cómo explicar algo que resulta bastante abstracto?
Yo no sabía el impacto que podía llegar a tener el mero hecho de ser yo mismo. Mi día a día, mis locuras, mi optimismo, mis proyectos… todo puede llegar a inspirar e influenciar en otras personas.
Eso es algo que descubrí hace relativamente poco y me di cuenta de que mi objetivo en la vida empezaba a consolidarse. Sabía que tenía que seguir ayudando a otras personas siendo un referente para ellos.
Todos sabemos que lo malo nos llega en los momentos más inesperados y, en algunas ocasiones, incluso parece interminable. Esa etapa en la que estábamos tan a gusto con nuestras vidas se consume en un instante y de un solo plumazo.
Y creo que es aquí donde más importancia cobro. La resiliencia es la capacidad de afrontar los problemas y sacar una lección de ellos. Es decir, evolucionar como persona en situaciones complicadas.
Con los años he ido adquiriendo esa capacidad y ha hecho que, las personas que me han llegado a conocer, sean capaces de ver un rayito de luz en sus vidas, cuando lo único que veían era oscuridad. Eso, unido a mi optimismo y mi forma de ver la vida, desemboca a ser un ejemplo para otras personas y así tener un punto de apoyo del que impulsarse.
Así que si se me pregunta qué es lo que quiero diré que “quiero seguir siendo el faro que ilumina a los barcos”.
Una de las formas que tengo de ayudar al resto es mediante los diferentes proyectos que se me pasan por la cabeza, como por ejemplo la travesía que hice en el Mar Menor el 22 de septiembre del 2018.
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